Empresaria
Carmen Alejandro
Empresaria
Carmen Alejandro

Biografía

Carmen Delia Alejandro Juan no era artesana de percusión, pero merece una mención muy especial como parte de este proyecto de Nuestros Tambores. Se trata de una de las pocas personas que tuvo la visión empresarial para poner a Puerto Rico en el mapa de los instrumentos de percusión a través de la creación de una marca muy importante: CoquiSound.

Esta empresaria siempre tuvo el empresarismo en sus venas, probablemente a través de su padre Bienvenido Alejandro, quien tenía la tienda El Army en la calle Comercio de Bayamón. Comenzó su propia actividad importando instrumentos musicales de marcas como Fender, Hofner y Latin Percussion en la tienda MusikMakers en Bayamón. Estuvo casada con el músico (guitarrista) Leroy Sentif, quien trabajo con artistas como Raphael. Su sobrina Magali Pesquera Juan recuerda que Carmen tenía una condición física que nunca le permitió guiar y tenía dificultades para caminar. Aun así, Carmen alquilaba un carro público y viajaba toda la isla tomando órdenes para entrega y distribución. Sobre esta limitación Magali recuerda a su tía decir: “Nunca dejes que nadie te diga lo que puedes o no hacer”.

El 16 de marzo de 1967 se incorporó la empresa Quality Musical Distributors, Inc. con Carmen como Principal Oficial Ejecutiva. Según Wesley Kenneth, contable de la empresa, es posible que CoquiSound haya empezado en 1984 a partir de la relación comercial de Carmen con Alberto de Hond, un holandés que visitaba a Puerto Rico y que en uno de esos viajes contactó a Ismael Ramos (Timbas Ismael) para llevarlo a Holanda a adiestrar a sus empleados. Tanto de Hond como Carmen fueron distribuidores de Martin Cohen, pero en algún momento, siguiendo el auge de la producción en Asia, decidieron crear sus propias marcas: Alberto con Supercussion y Carmen con CoquiSound. Por el parecido de los instrumentos, es muy posible que utilizaran los mismos suplidores.

Algunos de los instrumentos que fabricaba CoquiSound incluían panderos, congas, bongó, guiros y maracas, entre otros. Algunos instrumentos se ensamblaban en el almacén y otros se hacían completamente en Puerto Rico. La operación completa de los instrumentos tuvo al menos 5 empleados a tiempo completo. Lamentablemente el almacén se quemó a principios de los años 90 y antes estos retos Carmen vendió el negocio en 1993.

Su legado como empresaria cultural debe servir de hoja de ruta sobre el potencial de la fabricación de instrumentos de percusión como industria y el rol de nuestras mujeres empresarias en la música. Carmen Alejandro falleció a sus 88 años en el estado de la Florida el 21 de julio de 2021.

Historia en cada artesanía

Fotografías del artesano y su obra

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