Junior Tirado es probablemente el artesano de percusión puertorriqueño de mayor reconocimiento a nivel internacional. Nació (aproximadamente en 1933) y vivió sus primeros años en el barrio Quintana en Hato Rey. Es el mayor de 12 hijos aunque el único de madre y padre. Luego se fue a vivir con su abuela a Cataño, por lo que tuvo contacto desde temprana edad con la gran actividad musical afropuertorriqueña que se daba en ese pueblo. Según una entrevista con Eddie Bobé, realizó su primera conga por influencia de su cuñado Raul Beltrán que tenía un tambor y era percusionista. También existe una historia sobre su relación con Sixto Carmona de Cataño quien le consiguió los materiales para esa primera conga.
En cualquier caso, sus comienzos como artesano lo llevaron a relacionarse con muchos músicos, incluyendo el tresista Arsenio Rodríguez, quien estuvo en Puerto Rico durante el año 1960, traído por el promotor Plácido Torres, quien además los hospedó en una propiedad que tenía Cataño donde donde en el primer piso tenía un club de baile. Junior se convirtió en el lazarillo de Arsenio, tanto así, que cuando regresó a Nueva York, Junior se fue con él.
Allá trabajaron juntos y es muy posible que Junior haya perfeccionado su técnica con el apoyo de Raúl Travieso, percusionista y hermano de Arsenio Rodríguez quien además fue artesano de tambores y su estilo es muy similar al de Junior. Combinado con la artesanía, Junior trabajó como carpintero con la unión e hizo mucho trabajo de ebanistería.
En la ciudad de Nueva York, Junior Tirado se ubicó en Williamsburg, Brooklyn, una comunidad también conocida por Los Sures, y donde se aglomeró una gran población puertorriqueña. Allí Junior tuvo su taller en la calle Grand 358, muy cerca del ahora conocido Caribbean Social Club que ubica en el 244 de la misma calle. Los tambores de Junior Tirado comenzaron a venderse en Manny’s, una de las principales tiendas de instrumentos ubicada en la calle 48.
La disciplina, dominio y sentido musical le permitió tener una operación exitosa durante casi cuatro décadas. Ya a mediados de los 70, sus instrumentos eran utilizados por grandes percusionistas como Milton Cardona, Jerry González y Frankie Rodríguez, entre otros. Por cierto, el disco Concept in Unity del Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino tiene uno de sus tumbadoras en la carátula y las fotos fueron tomadas precisamente en su taller en la calle Grand.
Junior Tirado luego movió su taller para el sótano de su casa en el edificio 97 de la calle Havemeyer donde continuó su producción. Durante un tiempo Junior logró una colaboración con Cali Rivera a través del cual crearon algunos instrumentos juntos. Durante su trayectoria, Junior construyó tumbadoras, barriles de bomba, tambores batá, bongó y panderos. Lamentablemente falleció en el año 2006 luego de varios años convaleciente a partir de condiciones médicas que comenzaron en un vuelo regresando de Puerto Rico. El legado artesanal de Junior Tirado se mantiene a través de coleccionistas y su valoración ha aumentado considerablemente en los últimos años.
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Por Javier Hernández Acosta
Un agradecimiento especial a Denie Tirado Alicea (hija) y a David Atanacio y Georgie Rodríguez por su apoyo en la redacción de esta reseña.