Artesano
Papo Alers

Ramón Alers Ponce es uno de los principales baluartes de la bomba en Mayagüez que a sus 84 años todavía contribuye al desarrollo cultural de este género. Nació un 4 de mayo de 1938 en la Calle McKinley, frente a la fábrica de tabaco La Habanera. Es hijo de María Ignacia Ponce y de Darío Alers. A muy corta edad sus padres de mudaron al barrio Dulces Labios donde pasó su infancia con su gran amigo Roberto Roena.

Don Papo reconoce la gran influencia de su abuelo que vivía en Pueblo Nuevo y destaca que fue el único que sus nietos que siguió sus pasos. Lo acompañaba a los múltiples bailes de bomba que se celebraban en Arroyo, Guayama, Ponce y Santa Isabel. Su comadre, Asunción Caballeri, mejor conocida como Mamá Tontón, quien tenía un patio donde se hacían muchos bailes de bomba a los cuales acudían personas de toda la Isla. En un artículo de la página “Mayaguez sabe a Mangó”, Alers comenta: “Yo recuerdo a Asunción Caballeri. Ella fue esclava y tenía en la espalda la marca de los latigazos. Murió a los 107 años. Yo jugaba con sus nietos en el batey, ella cosía sin espejuelos, fumaba cigarros y tomaba pitorro... eso fue lo que la mantuvo viva tanto tiempo. Yo aprendí mucho de ella, uno aprende los mayores”.

También recuerda que su abuelo hacía barriles, cantaba, bailaba y tocaba. Esto le trae el recuerdo de los elementos fundamentales de la tradición de la bomba como la vestimenta de las mujeres, el rol del cantaor/a con el toque de la maraca y el rol de los cuás como palos de madera que se ejecutan en el cuerpo del barril. Sobre la fabricación de los barriles de bomba destaca que la mayoría eran barriles de tocino y que había una relación importante entre el trabajo de los músicos en los muelles y la disponibilidad de la materia prima. “Se amarraban con sogas y se tensaba el cuero. Con el pitorro prendían la candela para afinar los barriles”, destaca Alers.

Como parte del recuerdo de esa época destaca otros nombres importantes de Mayaguez como Domingo Aristalco Alfonso Byron y su hija María Cristina Mangual y también a María Luisa Ruiz Caballeri, quien era hija de Mamá Tontón, además de Cecilia Quiñones y Rosa Mangual.

Regresando al desarrollo en la carrera musical de Papo Alers, tuvo una participación como percusionistas de la Orquesta Ingeniería, aunque luego tomó un receso de casi 16 años para enfocarse en su familia. Su salida del retiro ocurre gracias a los hermanos Vázquez Báez quienes decidieron hacer un festival de bomba y plena en El Tuque en Ponce y fueron a buscarlo por unos barriles que Papo había fabricado al estilo de Ponce. A partir de ahí continuó la práctica de confección de barriles y formó su grupo Yagüembé, recordando que una de las primeras presentaciones fue gracias a una invitación de Jesús Cepeda cuando apenas tenías cerca de 3 semanas de ensayo.

El grupo Yagüembé le permitió tocar en muchos pueblos de la Isla y de viajar e Estados Unidos y República Dominica. Combinando la ejecución musical con la práctica de confección, Don Papo también enseñó a otros artesanos en la confección. Recuerda que fue a partir de la década de 1960 que los barriles de comenzaron a hacer con cáncamo a partir de la influencia de Timbas Ismael.

Sobre la construcción del barril Don Papo destaca dos aspectos fundamentales: “Lo primero: la madera tiene que ser roble. Lo segundo: me gusta la boca ancha del barril para que los buleadores se escuchan en belén”.

Recientemente se dedicó a Don Papo el 10mo Encuentro de Tambores que se celebra anualmente en Puerto Rico. Como ideal final, Don Papo nos comparte: “La bomba es mi cultura y por eso la enseño a mis hijos y nietos. El día que yo desaparezca ellos seguirán compartiendo eso.”

Artesano

Ramón Alers Ponce es uno de los principales baluartes de la bomba en Mayagüez que a sus 84 años todavía contribuye al desarrollo cultural de este género. Nació un 4 de mayo de 1938 en la Calle McKinley, frente a la fábrica de tabaco La Habanera. Es hijo de María Ignacia Ponce y de Darío Alers. A muy corta edad sus padres de mudaron al barrio Dulces Labios donde pasó su infancia con su gran amigo Roberto Roena.

Don Papo reconoce la gran influencia de su abuelo que vivía en Pueblo Nuevo y destaca que fue el único que sus nietos que siguió sus pasos. Lo acompañaba a los múltiples bailes de bomba que se celebraban en Arroyo, Guayama, Ponce y Santa Isabel. Su comadre, Asunción Caballeri, mejor conocida como Mamá Tontón, quien tenía un patio donde se hacían muchos bailes de bomba a los cuales acudían personas de toda la Isla. En un artículo de la página “Mayaguez sabe a Mangó”, Alers comenta: “Yo recuerdo a Asunción Caballeri. Ella fue esclava y tenía en la espalda la marca de los latigazos. Murió a los 107 años. Yo jugaba con sus nietos en el batey, ella cosía sin espejuelos, fumaba cigarros y tomaba pitorro... eso fue lo que la mantuvo viva tanto tiempo. Yo aprendí mucho de ella, uno aprende los mayores”.

También recuerda que su abuelo hacía barriles, cantaba, bailaba y tocaba. Esto le trae el recuerdo de los elementos fundamentales de la tradición de la bomba como la vestimenta de las mujeres, el rol del cantaor/a con el toque de la maraca y el rol de los cuás como palos de madera que se ejecutan en el cuerpo del barril. Sobre la fabricación de los barriles de bomba destaca que la mayoría eran barriles de tocino y que había una relación importante entre el trabajo de los músicos en los muelles y la disponibilidad de la materia prima. “Se amarraban con sogas y se tensaba el cuero. Con el pitorro prendían la candela para afinar los barriles”, destaca Alers.

Como parte del recuerdo de esa época destaca otros nombres importantes de Mayaguez como Domingo Aristalco Alfonso Byron y su hija María Cristina Mangual y también a María Luisa Ruiz Caballeri, quien era hija de Mamá Tontón, además de Cecilia Quiñones y Rosa Mangual.

Regresando al desarrollo en la carrera musical de Papo Alers, tuvo una participación como percusionistas de la Orquesta Ingeniería, aunque luego tomó un receso de casi 16 años para enfocarse en su familia. Su salida del retiro ocurre gracias a los hermanos Vázquez Báez quienes decidieron hacer un festival de bomba y plena en El Tuque en Ponce y fueron a buscarlo por unos barriles que Papo había fabricado al estilo de Ponce. A partir de ahí continuó la práctica de confección de barriles y formó su grupo Yagüembé, recordando que una de las primeras presentaciones fue gracias a una invitación de Jesús Cepeda cuando apenas tenías cerca de 3 semanas de ensayo.

El grupo Yagüembé le permitió tocar en muchos pueblos de la Isla y de viajar e Estados Unidos y República Dominica. Combinando la ejecución musical con la práctica de confección, Don Papo también enseñó a otros artesanos en la confección. Recuerda que fue a partir de la década de 1960 que los barriles de comenzaron a hacer con cáncamo a partir de la influencia de Timbas Ismael.

Sobre la construcción del barril Don Papo destaca dos aspectos fundamentales: “Lo primero: la madera tiene que ser roble. Lo segundo: me gusta la boca ancha del barril para que los buleadores se escuchan en belén”.

Recientemente se dedicó a Don Papo el 10mo Encuentro de Tambores que se celebra anualmente en Puerto Rico. Como ideal final, Don Papo nos comparte: “La bomba es mi cultura y por eso la enseño a mis hijos y nietos. El día que yo desaparezca ellos seguirán compartiendo eso.”

Papo Alers

Biografía

Ramón Alers Ponce es uno de los principales baluartes de la bomba en Mayagüez que a sus 84 años todavía contribuye al desarrollo cultural de este género. Nació un 4 de mayo de 1938 en la Calle McKinley, frente a la fábrica de tabaco La Habanera. Es hijo de María Ignacia Ponce y de Darío Alers. A muy corta edad sus padres de mudaron al barrio Dulces Labios donde pasó su infancia con su gran amigo Roberto Roena.

Don Papo reconoce la gran influencia de su abuelo que vivía en Pueblo Nuevo y destaca que fue el único que sus nietos que siguió sus pasos. Lo acompañaba a los múltiples bailes de bomba que se celebraban en Arroyo, Guayama, Ponce y Santa Isabel. Su comadre, Asunción Caballeri, mejor conocida como Mamá Tontón, quien tenía un patio donde se hacían muchos bailes de bomba a los cuales acudían personas de toda la Isla. En un artículo de la página “Mayaguez sabe a Mangó”, Alers comenta: “Yo recuerdo a Asunción Caballeri. Ella fue esclava y tenía en la espalda la marca de los latigazos. Murió a los 107 años. Yo jugaba con sus nietos en el batey, ella cosía sin espejuelos, fumaba cigarros y tomaba pitorro... eso fue lo que la mantuvo viva tanto tiempo. Yo aprendí mucho de ella, uno aprende los mayores”.

También recuerda que su abuelo hacía barriles, cantaba, bailaba y tocaba. Esto le trae el recuerdo de los elementos fundamentales de la tradición de la bomba como la vestimenta de las mujeres, el rol del cantaor/a con el toque de la maraca y el rol de los cuás como palos de madera que se ejecutan en el cuerpo del barril. Sobre la fabricación de los barriles de bomba destaca que la mayoría eran barriles de tocino y que había una relación importante entre el trabajo de los músicos en los muelles y la disponibilidad de la materia prima. “Se amarraban con sogas y se tensaba el cuero. Con el pitorro prendían la candela para afinar los barriles”, destaca Alers.

Como parte del recuerdo de esa época destaca otros nombres importantes de Mayaguez como Domingo Aristalco Alfonso Byron y su hija María Cristina Mangual y también a María Luisa Ruiz Caballeri, quien era hija de Mamá Tontón, además de Cecilia Quiñones y Rosa Mangual.

Regresando al desarrollo en la carrera musical de Papo Alers, tuvo una participación como percusionistas de la Orquesta Ingeniería, aunque luego tomó un receso de casi 16 años para enfocarse en su familia. Su salida del retiro ocurre gracias a los hermanos Vázquez Báez quienes decidieron hacer un festival de bomba y plena en El Tuque en Ponce y fueron a buscarlo por unos barriles que Papo había fabricado al estilo de Ponce. A partir de ahí continuó la práctica de confección de barriles y formó su grupo Yagüembé, recordando que una de las primeras presentaciones fue gracias a una invitación de Jesús Cepeda cuando apenas tenías cerca de 3 semanas de ensayo.

El grupo Yagüembé le permitió tocar en muchos pueblos de la Isla y de viajar e Estados Unidos y República Dominica. Combinando la ejecución musical con la práctica de confección, Don Papo también enseñó a otros artesanos en la confección. Recuerda que fue a partir de la década de 1960 que los barriles de comenzaron a hacer con cáncamo a partir de la influencia de Timbas Ismael.

Sobre la construcción del barril Don Papo destaca dos aspectos fundamentales: “Lo primero: la madera tiene que ser roble. Lo segundo: me gusta la boca ancha del barril para que los buleadores se escuchan en belén”.

Recientemente se dedicó a Don Papo el 10mo Encuentro de Tambores que se celebra anualmente en Puerto Rico. Como ideal final, Don Papo nos comparte: “La bomba es mi cultura y por eso la enseño a mis hijos y nietos. El día que yo desaparezca ellos seguirán compartiendo eso.”

Historia en cada artesanía

Fotografías del artesano y su obra

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