A sus 69 años, Luis “Lou” Vega Jordán goza su retiro creando congas y bongos para distintos músicos alrededor del mundo. Desde el garaje de su casa desarrolló su marca VGA Drums, que suple tanto a artesanos como a músicos herramientas de trabajo.
“Mi esposa está loca por que yo me vaya del garaje”, confesó entre risas.
Nació el Brooklyn, NY en 1953 y luego en 1960 se mudaron a la Isla. Desde su infancia en Cataño, Lou Vega le fascinó la música. A sus 17 años tocaba su primera conga junto a sus amistades. Según contó, ese instrumento se lo compró a Ismael Ramos en Santurce por $75.
“Fui por cuatro sábados hasta que me hizo la conga”, reveló Vega aunque reiteró que se pasaba constantemente visitándolo y ayudándolo como podía, aprendiendo así del proceso de creación de instrumentos.
Con esa conga fue que se dedicó durante sus tiempos de escuela superior a tocar por el pueblo aunque “yo nunca me dediqué a tocar profesionalmente en la música. Era algo así de fin de semana mientras había algo para tocar”, afirmó.
Tras graduarse de la escuela ingresó a la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez donde comenzó a cursar sus estudios en ingeniería mecánica, pero terminaría graduándose de ingeniería civil, comenzando a trabajar con uno de sus profesores. No obstante, con el pasar de los años le surgiría una oportunidad de empleo en Estados Unidos y se mudó a la Florida. Su nuevo trabajo lo llevó a distintos lugares entre ellos, California, Nueva York y hasta México.
En ese tiempo Vega nunca perdió su interés en la música, y aunque no vislumbraba un futuro profesional en ella se deleitaba tocando sus instrumentos al son de discos de salsa.
“Mis influencias fueron los salseros de los 60 y los 70”, entre los que mencionó Ray Barreto, Mongo Santamaria y especialmente a Carlos “Patato” Valdes.
“Vi como él [Valdes] adaptaba la conga al jazz americano y me gustó mucho su estilo de tocar. Luego lo escuché tocando con Justo Betancourt, Ismael Rivera, Tito Puente y después con su propia orquesta. Él es uno de los que más me influenció”, recordó Vega. Lou también cuenta que tuvo mucha admiración por percusionistas del pueblo de Cataño como Eladio Pérez (QEPD), Felix Ventura y Ray Romero (QEPD), entre otros.
En el 2008, tras haber establecido su carrera en la ingeniería, decidió pedir una conga Valje para continuar expandiendo su colección de artículos de percusión.
“Estaba buscando una modelo super tumba de 13.5 pulgadas y conseguí al hijo del fabricante original… él estaba fabricando congas nuevamente. Le quise ordenar una conga… y me la hizo pero cuando la recibí no estaba muy a gusto con la conga y entonces decidí hacer mi propia conga”, expresó Vega.
Ese instrumento tardaría al menos un año en crearse. Al principio se vio en la necesidad de conseguir las herramientas necesarias para crear el instrumento, pero por suerte “todas me cayeron en las manos”. Después de esto rememoró sus tiempos ayudando a Ismael Ramos en su taller y con ese conocimiento continuó desarrollando el instrumento.
En el 2009 por fin completó su primera conga. Ese primer prototipo le agradó a un amigo cercano suyo, quien le solicitó una para él y se siguió esparciendo información sobre sus instrumentos. Para el 2013, Vega decidió expandir su línea fabricando bongos.
“Todo esto ha ido evolucionando todos los años. Actualmente me conocen por fabricar herrajes también”, informó además el artesano quien ha creado los cáncamos que se utilizan en la creación de varios instrumentos de percusión.
Para Lou, la mejor madera para trabajar las congas y los bongos es el roble rojo por ser “económica y duradera y todo el mundo la considera la mula de carga porque aguanta el abuso”. No obstante también trabaja con la creación de instrumentos de percusión en nogal, arce, zebrano, entre otras.
Aunque la mayoría de sus órdenes vienen de Facebook, Vega también tiene una página de internet, donde se le puede contactar para trabajar un pedido personalizado.
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Por Richard Colón Badillo
2 respuestas
Ayer me reuní con Lou y le encargué un set de errajes para mi bongó que fué tambien fabricado por un Boricua. No solo pasé casi toda la tarde en su taller platicando de artesanos de la isla, música, congas, pero cuando me fuí de su taller, sabia mucho mas de bongos. Lou me dio una cátedra de la fabricación de bongos. Que tipo talentoso!
Lou Fabricó unos cáncamos para las congas de mi Iglesia y nos trató muy amable y su Sra. Esposa también, bellas personas